Desde siempre he sentido una conexión especial con la fotografía. Recuerdo llevar mi cámara a todas partes, buscando inmortalizar esos momentos que, de otra forma, solo quedarían en la memoria. Esa pasión me llevó a estudiar Comunicación Audiovisual en Badajoz, y fue durante un año de estudios en Granada cuando descubrí mi amor por Andalucía, una tierra que desde entonces se ha convertido en mi hogar.

Al terminar la carrera, empecé trabajando en una productora donde realicé mis prácticas, mientras aprovechaba cada oportunidad para fotografiar eventos. Poco a poco, la cámara dejó de ser solo una afición para convertirse en mi forma de vida.

Con los años, mi pasión se convirtió en mi profesión. Una de las experiencias más importantes en mi trayectoria profesional fue convertirme en la fotógrafa oficial de la Federación Andaluza de Triatlón, un puesto que sigo disfrutando después de dos años.

Además de mi trabajo con ellos, me encanta ser parte de las historias de otras personas: bodas, comuniones, eventos familiares… Cada sesión es una oportunidad única de conectar, emocionarme y seguir creciendo en lo que más me apasiona: contar historias a través de mi cámara.

Si algo he aprendido en este camino, es que una buena fotografía no solo se toma… se siente. Y para mí, eso lo es todo.

Siempre he creído que nunca dejamos de aprender, y por eso sigo formándome constantemente. Los cursos y talleres que he realizado me han ayudado no solo a perfeccionar mi técnica, sino también a explorar nuevas formas de mirar y contar historias.

Para mí, el crecimiento personal y profesional van de la mano, y esa búsqueda continua es lo que me impulsa día a día.

Lo que más disfruto de mi trabajo es saber que estoy creando recuerdos que perdurarán para siempre. Cada fotografía lleva un pedacito de mi dedicación y pasión, y eso es lo que quiero que veas en cada imagen.